La sibila de la Alpujarra
Retrato realizado en 1911 protagonizado por la cantaora Carmen Casena. Lo externo y lo aparente del italianismo que se le ha reprochado tanto, es quizás lo que le distingue.
La figura de esta mujer madura aparece bajo una cierta sensualidad y conjuro de prácticas de hechicerías, vestida con un rico traje con brocados de oro, al estilo del Renacimiento. En sus manos entrecruzadas, presenta una baraja de la que enseña el cuatro de oros, símbolo de la decepción amorosa.
Romero de Torres titula este cuadro con el nombre del personaje legendario de la “Sibila de la Alpujarra”.
La composición está resuelta en dos planos: En primer lugar, la Sibila, que guarda en su expresión todo un misterio en torno a la figura que, en segundo plano, aparece apoyada en el quicio de una puerta, en actitud de espera ante lo desconocido; como fondo, la lejanía llega hasta el horizonte en una luz tenue y verdosa; una sierra, un río y más cerca la redonda copa de un árbol.
This portrait made in 1911 shows the flamenco singer Carmen Casena. The artist's use of external and Italian element was often criticized.
Nevertheless, this is one of his characteristic features.
The figure of this mature woman has a certain sensual appearance and looks like a witch. She is richly dressed in a suit with golden brocades, in the Renaissance fashion. In her crossed hands she holds a deck of cards showing a card with four gold coins, symbol of amorous disappointment in the Spanish deck of cards.
Romero de Torres named this painting after a legendary Spanish character, the Sibyl of Alpujarra.
The composition contains two planes: in the first plain appears the Sibyl, whose mysterious expression seems to be keeping a secret about the figure on second plane. This second figure is leaning against a door-frame, as if she were waiting for something we do not know. In the background the painter depicted the horizon with a weak and green light, as well as the hills, a river and, a little closer, the round crown of a tree.