El Pecado
Esta obra de 1915 es producto de la época de madurez artística del pintor. Julio Romero de Torres concibió la obra “El pecado” como complemento de su cuadro “La gracia”. El gran simbolista que fue Julio Romero de Torres se manifiesta de forma espléndida en este cuadro del “Pecado”, que junto a la “La Gracia” y al cuadro titulado “Las dos sendas”, forman parte de una trilogía sobre la misma temática. Estos tres cuadros se emparejan en su significado, constituyendo un verdadero ciclo de pintura, en el que el personaje heroico es la mujer. La dualidad de las directrices de la vida es la constante en la obra de Romero de Torres: el buen y el mal camino, el amor místico y el amor profano.
La escena se desenvuelve en un verdoso atardecer con el Castillo de Almodóvar como fondo; en primer plano la Iglesia cordobesa de San Hipólito, y la belleza de una mujer desnuda, recostada de forma similar a la Venus de Velázquez, vuelta de espaldas, indiferente a la escena que se desarrolla ante ella. Cuatro viejas y enlutadas alcahuetas razonan la conveniencia y la ocasión del pecado. La honra de esta mujer es el objeto de una animada conversación entre ellas.
This piece from 1915 is a product of the painter’s period of artistic maturity. Julio Romero de Torres conceived the piece, “El Pecado,” (The Sin) as a complement to the painting, “La Gracia,” (Grace). Great great symbolist as he was, Julio Romero de Torres expresses it in a magnificent way in this painting "The Sin". Together with Grace and the painting titled, “Las dos sendas,” or The Two Paths, they form the trilogy on the same subject. These three paintings come together in their meaning, constituting a veritable painting cycle in which the heroic character is women. The duality of the moral code is a constant subject in the Romero de Torres artwork: the good and bad path, the mystic love and the profane love.
The scene unravels with a green sunset with the Almodóvar Castle in the background; in the foreground, the Chruch of Saint Hipólito in Córdoba and the beauty of the nude woman, lying down in a similar way to the Velázquez Venus, back-turned indifferent to the scene that is taking place before her. Four old gossiping women dressed for mourning argue about the convenience and occasion of the sin. The honor of this woman is the object of an animated conversation among them.