Virgen de los faroles
En este cuadro de tema religioso fechado en 1928 Julio Romero de Torres se sirvió de la modelo mejicana Carmen Gabucio, a la que utilizaría en otras conocidas obras. Una composición que responde a una idea barroca del tema, claro exponente de la influencia que en Romero de Torres ejerció la Escuela Cordobesa de pintura barroca. La pintura literaria de Romero de Torres, deja ver en este cuadro la sombra de Valle-Inclán, en la figura de la monjita. Las tonalidades lúgubres y tenebristas son características de la última etapa del pintor.
La Virgen con túnica morada y velo, envuelta en amplio manto azul. Dos ángeles de rostros femeninos, reciben a la Virgen adelantándose entre nubes; sus pies descalzos, descansan sobre tres cabezas de ángeles. En la parte inferior del cuadro, se esboza una escena en miniatura, se trata de la representación del sarcófago de la Virgen, alrededor del cual, aparecen los apóstoles admirados ante la Ascensión.
La composición está enmarcada por dos figuras femeninas: una vestida con tocas monjiles, y con matilla la otra. Romero de Torres por darle carácter local a su obra sitúa a los lados de la Virgen a una monja franciscana y a una muchacha cordobesa, una concepción del cuadro simbolista, o sea la Córdoba profana y la Córdoba mística, evocando así a la ciudad natal del autor.
Pretende en estos símbolos crear los anhelos de Andalucía, y el propio título del cuadro tiene resonancias muy cordobesas, recordando al famosísimo Cristo de los Faroles de la Plaza de Capuchinos. La obra fue encargada por el alcalde de la ciudad José Cruz Conde para situarlo en la Mezquita.
In this religious painting dating 1928, Julio Romero de Torres used the Mexican model Carmen Gabucio as also in other well-known works. This composition fulfills the baroque idea of this subject and shows the influence of the Baroque Painting School of Cordoba. The Romero de Torres literary painting displays the shelter of Valle-Inclán in the noun figure. The gloomy and lugubrious tones are features of his last period.
The Virgin is dressed with a purple robe and a blue loose-fitting cloak. She is barefoot and her feet are resting over three heads of angels. Another two angels with a female visage meet the Virgin going ahead in the clouds. In the painting lower area, a miniature scene is sketched; the apostles are around the sarcophagus of the Virgin amazed with the Ascension.
The composition is outlined by two feminine figures, one dressed in nuns' wimple and the other wearing a shawl. Romero de Torres gives to it the Cordoba essence: there is a Franciscan nun in one side, and in the other a young girl; that is a concept of symbolist painting: the profane Cordoba and the mystical Cordoba and evokes the hometown of the artist.
The artist wants to create his wishes of Andalusia with the aid of symbols. The title of the work has resonances with Cordoba. It brings to the memory the well-known Cristo de los Faroles (Christ of the lanterns) in the Plaza de los Capuchinos (Capuchin Monks Square). The painting was ordered by the Mayor, José Cruz Conde to place it at the Mosque.